martes, 5 de marzo de 2013

Sonreír a un desconocido.


Sonreír a un desconocido.

En cualquier sitio de una cuidad o de un país, usted no suele conocer a las personas con las que se cruza. Sobre todo si vive en una gran cuidad o en una zona turística, no volverá a ver a esa persona nunca mas. Puede que no le apetezca manifestarle nada a esos desconocidos. Incluso tiene usted el derecho mas fundamental de elegir ser arisco, mudo, indiferente o glacial.

Experimente una sonrisa. Contenida, clara pero reservada, simplemente bienintencionada. Cuando su mirada se cruce con la de una persona desconocida, cuando este por unos momentos a su lado. No es fácil. Demasiado insistente su sonrisa puede parecer idiota. Demasiado sutil podría no ser apreciada. Se trata de encontrar, variable según la persona, según el tiempo del encuentro. Una sonrisa que diga cualquier cosa que le apetezca en ese instante.

No hay razón para otorgarle a esta experiencia una virtud particular. Mientras la practica, se le ocurrirá que se generalizara, que se suavizarían las costumbres. O que aumentaría la hipocresía, o ambas cosas a la vez. Quien dice que la suavización de las costumbres es una buena cosa. Que algo mas de hipocresía no sea deseable. Son preguntas que hacen sonreír.

Opinión personal.

En mi experiencia sobre este experimento quiero decir que sonreírle a otra persona sin conocerla me ha hecho sentir mejor persona ya que recibí una sonrisa cálida y muy curiosa ya que fue solo unos instantes mientras me miraba a los ojos con gran intensidad, sabiendo de buena fe que mi sonrisa era sincera y amable. Solo pensé en la persona que estaba sonriendo, como le sentaría mi sonrisa, cual era su intención al devolvérmela o tan si quiera si me la iba a devolver. Pero fue muy simpático y para nada me decepciono su actuación ya que en cierto modo me lo esperaba. Sin conocerlo de nada fue tan simpático como parecía ser.



1 comentario:

  1. Me ha encantado tu articulo, la sonrisa es salud, y es educación, es muy agradable cuando paseamos por cualquier lugar y al cruzarnos con alguien esta persona te saluda con una suave sonrisa, y una lógicamente le corresponde de la misma forma, es bonito y te hace sentir que ya no vas sola por la calle, te da seguridad y felicidad, porque cuando alguien sonríe es porque es feliz y esto le hace a una también serlo. Aconsejo a todo el mundo que saluden sonriendo y verán lo bien que se sienten.

    ResponderEliminar